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domingo, 20 de junio de 2010

CONCIENCIA Y FIRMEZA NECESARIA por Oscar Alvarado


DESIDERATUM.

Conciencia y Firmeza necesarias.

Oscar Adolfo Alvarado.

Dentro de los lineamientos o esquemas de la actual Revolución Bolivariana, se requiere contar con la suficiente conciencia de clase y la firmeza de un conjunto de principios ideológicos (acrisolados en medio de la lucha político – social) para asumir con eficiencia y eficacia, la responsabilidad del ejercicio de un cargo en la Administración Pública Nacional, Estadal o Municipal. Millones de venezolanos han confiado (desde Diciembre de1998) en las propuestas del Presidente Hugo Chávez, líder incuestionable del proceso transformador venezolano. Las expectativas de las grandes masas populares urbanas y campesinas han crecido en la misma medida del discurso presidencial, cuando en sus dilatadas intervenciones hace referencia a tal o cual asunto en uno u otro punto de la geografía nacional.

Con la posibilidad financiera que ha permitido una idónea administración presidencial de los ingresos petroleros y fiscales, se han destinado inimaginables inversiones para la ejecución de proyectos de interés público a todos los niveles y en todos los sectores. Tal ha sido la posibilidad de “hacer”, que los propios vecinos de cualquier urbanismo, barrio, pueblo o caserío ha contado con los recursos financieros para ejecutar proyectos comunitarios bajo la propia y directa responsabilidad administrativa. Hoy día no deberían existir excusas para quejarse por un problema colectivo del lugar donde habitamos, pues con la sencilla y elemental organización de los ciudadanos, según las pautas de la Ley Orgánica de los Consejos Comunales, cualquiera comunidad puede elaborar y presentar su Proyecto de Obra Pública y acceder en muy corto tiempo al recurso público requerido para resolver sus necesidades.

Por otra parte a nivel mediano, grande o gigante envergadura el Gobierno Bolivariano ha proyectado y ejecutado o proyecta y ejecuta una infinita lista de obras de interés público en toda Venezuela. La mayoría de ellas surgidas de la visión futurista del Comandante Presidente y su grupo de Ministros u otras tantas por iniciativas de Gobernadores y Alcaldes Bolivarianos. Sin embargo, también es innegable que una importante lista de obras están pasmosa e inexplicablemente paralizadas, o construyéndose a paso de Morrocoy enfermo, en todo el país. Las causas van desde la negligencia y maldita burocracia retrógrada gubernamental en los organismos responsables hasta el contubernio de contratistas con funcionarios corruptos, que aun “navegan a su anchas” dentro de la Administración Pública. En todos los casos anteriores hay que agregar como causa importante la falta de organicidad y cohesión política entre los partidos del sector revolucionario, es decir, la inexistencia de una Dirección Política Colectiva para la definición y ejecución de estrategias y tácticas revolucionarias, tanto como para el seguimiento y control, es decir, la vigilancia de nuestro accionar a todo nivel. Debe ser conducta sine qua nom de la moral revolucionaria la crítica y la autocrítica, el debate colectivo de las ideas y la definición consensuada de las acciones correspondientes al desarrollo de la plataforma programática y política en nuestro quehacer. Soslayar, negar o eludir tales asuntos es propio de los tránsfugas y quinta columnas, quienes se introducen en las organizaciones revolucionarias a objeto de parasitarlas y consecuencialmente destruirlas, o asumir su control y hacerlas cambiar de línea adoptando una indefinida y “moderada” militancia. También puede ser lo que más reciente ha sucedido en Venezuela, que han terminado saltando hacia la Centro Derecha contrarrevolucionaria.

Se requiere entonces de los Cuadros Revolucionarios, Líderes o Dirigentes, con suficiente conciencia y firmeza revolucionarias, la toma de decisiones y actuación pertinente, oportuna y permanente para la práctica de la vigilancia, control, evaluación y seguimiento sobre la ejecución de las políticas públicas en todos los niveles de Gobierno, en particular en los Proyectos de Obras Públicas de mediana, grande o gigante envergadura, pues alrededor de ellos pululan los depredadores y buitres de la corrupción. Es inaceptable el silencio cómplice o timorato, argumentando que por tal o cual motivo se puede afectar la meta electoral o tocar las susceptibilidades de Ministros, Gobernadores, Diputados, Alcaldes, Legisladores, Concejales o Voceros Comunales; ninguna excusa es válida, el deber y la Moral Revolucionaria nos impone actuar apropiadamente, no implica ello hacer el papel de la oposición reaccionaria, la cual a través de los medios informativos bajo su control manipula y dispara con el fin de acabarnos… Nuestro rol es utilizar los instrumentos revolucionarios adecuados, disponibles y pertinentes para atacar y destruir los efectos perversos que minan la Revolución Bolivariana en esta fase de Liberación Nacional. Recordemos a Bolívar en la Sociedad Patriótica de Caracas, Julio de 1811: “Vacilar es perdernos”.
(Biruaca, 17/06/2010) desideratum_apure@yahoo.com