Traductor

Mostrando entradas con la etiqueta niños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta niños. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de diciembre de 2014

500.000 NIÑOS DESAPARECIDOS EN MEXICO

Más de 500.000 niños han desaparecido en los últimos seis años en México, reflejan los datos de Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) de ese país, que no cuenta con cifras oficiales exactas lo que “demuestra la falta de voluntad por parte del Gobierno” para resolver este problema.
Así lo denunció el diputado por el Movimiento Ciudadano José Francisco Coronato Rodríguez, secretario de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso mexicano.
La alta cifra de niños desaparecidos en el país “demuestra falta de voluntad por parte del gobierno para resolver un problema que ya rebasó, por mucho, a las instituciones encargadas de la seguridad del país”, señaló el parlamentario.
Datos suministrados por Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s), instituciones gubernamentales y organizaciones civiles señalan que desaparecen entre nueve y 10 infantes cada hora, de los cuales, 58% tiene entre cuatro y 12 años de edad y casi dos terceras partes son del sexo femenino, reseñó una nota publicada en el portal Cambio de Michoacán.
Coronato Rodríguez advirtió que el Gobierno además de no poseer cifras exactas de los niños desaparecidos, también difiere mucho en sus estimaciones pues “el Senado de la República ha difundido que de 2007 a 2011 el número de niños desaparecidos en el país ascendió a 150.000, esto es, de tres a cuatro niños cada 60 minutos”.
Asimismo, datos de la Procuraduría General de la República (PGR), añade la nota, sólo documentan a la fecha los casos de 1.385 niños robados o desaparecidos.
Ante este gravísimo problema, el diputado, también integrante de la Comisión de Seguridad Pública, tramita una Ley General que crea el Sistema Nacional del Registro de Menores Desaparecidos y Sustraídos, que “permitiría establecer un sistema de registro que compile y deje a disposición de las autoridades correspondientes los datos esenciales para la identificación de los menores desaparecidos”.
Coronato Rodríguez recalcó que la ausencia de una base de datos eficaz de esta naturaleza, ha ocasionado que este delito pase inadvertido, “dejando en el olvido tanto la identidad como el dolor de los familiares de las víctimas”.
Asimismo, destacó que la misma PGR calculó, en 2009, que anualmente desaparecen 45.000 menores de edad, siendo el Distrito Federal, el Estado de México y Jalisco las entidades donde se registra el mayor número de casos. Los infantes terminan en Estados Unidos y Canadá, donde se llegan a pagar hasta 50.000 dólares por ellos, precisó el portal Cambio de Michoacán.
Para el diputado no contar con una base de datos oficial, resulta paradójico, “ya que el delito de trata de personas, sea para explotación sexual, de trabajo o extracción de órganos, representa el segundo ilícito más lucrativo en el mundo, sólo debajo del narcotráfico, pues se estima que tiene ganancias de 32.000 millones de dólares al año”.
A esta situación se suman el hallazgo en México de más de 40 fosas comunes, que salieron a la luz pública durante la investigación por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de la población de Ayotzinapa, en Guerrero, hecho ocurrido el 26 de septiembre pasado, caso que aún permanece abierto, aunque familiares de las víctimas han denunciado que las autoridades han cesado los operativos de búsqueda.
Tomado de http://www.librered.net/, el 23 de diciembre de 2014

sábado, 4 de mayo de 2013

EEUU: LA JUSTICIA DE UN IMPERIO DEPREDADOR

El temperamento de una soldado objetora de conciencia

Amy Goodman
En definitiva, el triunfo de un país depende del temperamento de sus ciudadanos”, sostuvo George W. Bush la semana pasada durante su discurso de inauguración de la biblioteca presidencial erigida en su honor en Texas. La biblioteca abrió sus puertas oficialmente el 1° de mayo, el día en que se cumplieron 10 años del pronunciamiento de su famoso discurso “Misión cumplida” a bordo del buque USS Abraham Lincoln, cerca de la costa de San Diego. En su discurso en la biblioteca, Bush, al igual que el Presidente Barack Obama, la ex Secretaria de Estado Condoleeza Rice y otras personas omitió mencionar la palabra “Irak”.
La violencia en Irak aumentó en abril: 460 personas murieron y 1.219 resultaron heridas, en su mayoría civiles, en olas de ataques y contraataques que recuerdan el peor momento de violencia sectaria en el país, ocurrido entre 2006 y 2008. Al menos 13 personas murieron el 1° de mayo, lo que presagia un mes con iguales niveles de violencia. En medio de la violencia actual, una joven soldado embarazada fue enviada a prisión esta semana por desertar, tras haberse negado a regresar a la guerra de Irak en 2007. La soldado raso Kimberly Rivera fue enviada a Irak por primera vez en 2006. Estaba a cargo de la vigilancia de la entrada de la Base de Operaciones de Avanzada Loyalty en el este de Bagdad, en un momento en que la base era atacada constantemente. Comentó acerca de la experiencia: “Vi cómo es realmente la guerra y eso me hizo abrir los ojos: personas que mueren por la codicia de un país y los efectos en los soldados que regresan con problemas como pesadillas, ataques de ansiedad, depresión, ira, abuso de alcohol, miembros amputados y cicatrices por quemaduras. Y algunos ni siquiera regresan”.
Su abogado, James Branum, que defiende a varios soldados que se niegan a combatir, me dijo: “Kimberly sintió que, moralmente, no podía hacer lo que le pedían. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que pondría a otros soldados en peligro si no tiraba del gatillo llegado el momento. Habló con un capellán al respecto, que no le prestó la debida atención y no le dio el consejo que realmente necesitaba”. El capellán debería haberle avisado a Kimberly Rivera que podía solicitar ser declarada objetora de consciencia.
Al no saber cuáles eran sus opciones, mientras estaba de licencia en Texas en enero de 2007, Kimberly decidió que no regresaría a la guerra. Junto con su esposo, Mario, y sus dos hijos pequeños, viajó a Canadá y se instaló en Toronto mientras solicitaba ser declarada refugiada. Kimberly y Mario tuvieron dos hijos más allí.
Canadá tiene una larga tradición como refugio para quienes se resisten a combatir en una guerra. Durante la Guerra de Vietnam, decenas de miles de jóvenes (se desconoce el número exacto) se negaron a combatir y huyeron de Estados Unidos para evitar el servicio militar. Una vez terminada la guerra, a la mayoría le concedieron amnistía y pudieron regresar al país. En 2004, Jeremy Hinzman se convirtió en el primer soldado estadounidense del que se tiene conocimiento que huyó a Canadá por oponerse a la Guerra de Irak. Poco después se creó en Toronto la campaña “War Resisters Support Campaign” (Campaña de apoyo a quienes se oponen a ir a la guerra). Al menos once soldados obtuvieron la residencia permanente en Canadá y se les reconoció la condición de refugiados. Kimberly Rivera cuenta con el apoyo de ese grupo, además del de miembros del Parlamento canadiense, Amnistía Internacional y el arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu. A pesar del precedente y del constante apoyo que recibió, el gobierno canadiense rechazó su solicitud de refugiada. Por lo que Rivera se entregó a las autoridades estadounidenses en la frontera entre ambos países el 20 de septiembre de 2012.
En su consejo de guerra, realizado esta semana en Fort Carson, Colorado, el juez condenó a Rivera a 14 meses de prisión, aunque más tarde redujo la condena a 10 meses, en virtud de un acuerdo mediante el cual la acusada se declaró culpable. James Branum habló de la condena: “El fiscal sostuvo en el juicio que le solicitó al juez que dictara una condena severa para aleccionar a quienes huyen a Canadá por negarse a ir a la guerra. El gobierno canadiense, al deportar a Kim, alegó que ella no afrontaría ningún castigo grave como objetora de consciencia por haberse negado a combatir en la guerra. Y, en realidad, eso fue precisamente lo que sucedió. Ese fue el argumento utilizado por la fiscalía, que debería ser castigada por hablar en contra de la guerra. Conocemos otros casos de resistencia a la guerra que han sido castigados con penas más graves, de hasta 24 meses de prisión. Muchas personas que evitan combatir reciben una condena sin prisión o una pena corta de prisión. Y los desertores, en general, más del 90%, no van a prisión. De modo que consideramos que están utilizando a Kim como forma de ejemplarizar”.
Kimberly Rivera se negó a disparar a niños en Irak. Tuvo el valor de desobedecer, de resistir. Ahora permanece en prisión, embarazada, lejos de su esposo, Mario, y de sus cuatro hijos: Christian, de 11 años; Rebecca, de 8; Katie, de 5; y Gabriel, de 2. George W. Bush tenía razón cuando dijo que el triunfo de un país depende del temperamento de sus ciudadanos, es decir, de ciudadanos como Kimberly Rivera.