LA GUERRA
DEL AGUA Y EL IMPERIO YANKEE
Desde
hace algún tiempo el gobierno de EEUU viene utilizando sus agencias de
inteligencia para planificar la forma en que garantizarán para sí mismos los
recursos hídricos suficientes para mantener su derrochadora forma de
existencia.
De
manera sutil, comienzan a anunciar desde la Casa Blanca, la justificación de
futuras intervenciones, acciones de guerra, conquista y dominación por parte
del gobierno de EEUU, argumentado con la seudocorrelación de dos temas: la escasez de agua y el terrorismo.
No
es ingenuo el informe publicado por el Consejo
Nacional de Inteligencia de EEUU (NIC, por sus siglas en ingles)[1],
en el que afirma: “el agua podría convertirse en objeto de conflictos
regionales o en herramienta para impulsar objetivos terroristas a partir del
2022”.
Quien
pueda leer entre líneas concluirá que el
gobierno de EEUU se prepara a intervenir en cualquier nación bajo el pretexto
de “salvaguardar el agua de los llamados conflictos regionales y del terrorismo”,
mientras se cuidan de ocultar que es el propio gobierno de EEUU quien propia
la inestabilidad política en muchas regiones del planeta a través de sus
agencias de inteligencias y ONGs disfrazadas, para luego justificar una intervención
militar, acompañada o no por organismos internacionales como la OUN.
La noticia (o
propaganda de Estado), también deja colar al ingenuo público de Norte América (y
de muchas otras regiones), que el informe fue ordenado por Hillary Clinton (actual Secretaria de Estado de EEUU), la
invitación “a reflexionar” sobre el impacto que el agua puede tener sobre la
seguridad del mundo, la certeza de la amenaza, desestabilización de
mercados nacionales y globales, “que las cuencas compartidas podrían ser
utilizadas como herramienta política a partir del 2022”, que los focos
susceptibles al conflicto serán Oriente
Medio, el norte de África y el sur de Asia, especialmente en aquellos Estados
“empobrecidos, con tensiones sociales, problemas de liderazgo o gobiernos
débiles”, que pueden llevar a dichos Estados a “agotar su voluntad para
negociar soluciones pacíficas”.
La llamada “invitación
a reflexionar” no es otra cosa que imponerle
(diplomáticamente), a los gobiernos del mundo que deben estar al lado de las
políticas del gobierno de EEUU y apoyarlas, so pena de “sufrir las
consecuencias por la escasez del agua”, es decir, afrontar desordenes sociales,
problemas de liderazgo político y más grave aún, problemas de terrorismo. Bien
podríamos extendernos en las consecuencias y decir que si los gobiernos del
mundo “no reflexionan adecuadamente” y sufren los desordenes sociales vaticinados,
“EEUU tendrá
que intervenir militar, económica y mediáticamente para restituir el equilibrio
y paz mundial”. De ello no se escaparía el Centro y Sur del continente Americano, aunque bien se cuidaron de
no mencionarlos en el informe; posiblemente consideraron que era muy prematuro
y que están muy cerca de EEUU.
La “propaganda”
fundamentada en el informe, llega a decretar que los problemas que generará la
escasez del agua para las naciones antes mencionadas (no incluido EEUU), “distraerá a los países del fin de trabajar
con Estados Unidos en importantes objetivos políticos”. Esta frase es
lapidaria. Con ella se reafirma la opinión expresada anteriormente: si no trabajan (los gobiernos), a favor de
los intereses del gobierno de EEUU sufrirás desorden social, terrorismo,
inestabilidad política y finalmente, la intervención económica, mediática y
militar de EEUU con los aliados que se “asocien” para el momento.
Para cerrar el
tema y con una formal inocente pero con maligno materialismo, Hillary Clinton ofrece a los países “la
experiencia y conocimiento de las empresas estadounidenses”, lo que no es
otra cosa que la dominación a través del
mercado.
No es ingenuo
imaginar que la experiencia de las empresas “ofrecidas” se fundamenta en que,
siendo el agua escaza, hay que racionalizarla y nada mejor para ello que
establecer un precio que se ajuste a las “leyes del mercado”: mientras más escaza sea el agua, mayor será
el precio que tenga que pagarse! Eso es lo que Clinton llamaría (con mucho descaro), “la ruta hacia un mundo más
seguro en torno al agua” …“donde no se libre ninguna guerra por el agua”.
La guerra del agua ya esta declarada por el gobierno
de EEUU, ahora le toca a los pueblos no quedarse adormecidos en el tiempo y
prepararse a combatir día a día, las inmediatas y futuras arremetidas “diplomáticas”,
“económicas”, “mediáticas” y militares del Imperio.
Juan Esteban
Crespo Rojas
Correo: juanesteban273@gmail.com
Twitter:
@juanesteban273
[1] Visto
en http://feeds.univision.com/feeds/article/2012-03-22/eeuu-alerta-de-posibles-guerras?refPath=/noticias/estados-unidos/noticias/,
el 22.03.2012. La NIC es la organización que reúne las agencias de inteligencia
de EEUU.
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