El
24 de mayo de de 1822, tuvo lugar una de las batallas
más importantes y tracendentales de nuestra gesta independestista,
conocida como la Batalla de Pichincha
Antecedentes
Esta
batalla tuvo sus preliminares cuando el 14 de abril de 1822,
las tropas comandadas por el general Antonio José de Sucre,
en composición de la división peruano-chileno-argentina del coronel
Santa Cruz, más tres batallones de infantería y un escuadrón
de Dragones; en total, unos 3.100 efectivos, derrotaron en el
valle próximo a Quito al general realista Nicolás Pérez con
alrededor de 3.000 hombres, quienes se vieron forzados a
replegarse hacia el interior de la ciudad.
Contexto
histórico
La
América Hispánica había comenzado a transitar los pasos
definitivos hacia su independencia. El virreinato de Nueva Granada
había logrado su liberación luego de la Batalla de Boyacá,
donde Simón Bolívar venció a los realistas, y José de
San Martín había hecho lo propio, al liberar Chile, y
disponerse a independizar Perú.
En
Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, se produjo la
liberación de esa localidad, que reunió un ejército de casi 2.000
hombres, y en un mes lo puso a disposición de la causa
independentista. Triunfaron el 3 de noviembre de 1820,
logrando emancipar Cuenca, pero al ser derrotados en Huachi
debieron replegarse.
En
el mes de mayo de 1821, el general Antonio José de Sucre,
fue enviado por Bolívar, a cargo de la presidencia de la
República de Colombia, para ponerse al frente de las fuerzas
que comandarían la liberación de la Real Audiencia de Quito.
El objetivo de Bolívar era anexar esos territorios para
formar su soñada Gran Colombia, con una América unida. Las
tropas de Sucre comenzaron el avance, por Guaranda, en
el mes de julio, con resultados no demasiado favorables, debiendo
firmar un acuerdo con los realistas, el 19 de noviembre de 1821.
El
próximo avance se produjo con 1.700 hombres, en enero de
1822, cruzando Los Andes hacia Cuenca, ciudad que se pretendía
tomar para interceptar la comunicación entre Quito y Lima,
impidiendo la llegada de los refuerzos que los realistas esperaban
desde Pasto.
Antes,
en Saraguro, se habían agregado los refuerzos que envió San
Martín desde el Perú, compuestos por 1.200
soldados, chilenos, argentinos y peruanos. Personas de Guayaquil y de
la Sierras, conformaron el batallón Yaguachi, pero también
participaron en la campaña, algunos disidentes españoles, tropas de
venezolanos y colombianos aportados por Bolívar, irlandeses,
franceses, y sobre todo ingleses que formaron el batallón Albión.
Se destacó la participación de grandes valores militares como el
coronel Morales, el General Mires, el coronel Santa
Cruz y el coronel José María Córdoba. Cuenca fue tomada
el 21 de febrero de 1822, incorporándose a la República
de Colombia.
El
21
de abril,
lograron entrar en Riobamba. El 2 de mayo arribaron a Latacunga.
Los
realistas se habían apostado en los caminos de montañas que
permitían ingresar a Quito, en las lomas del Puengasí, pero
Sucre evitó los enfrentamientos y comenzó a avanzar por
caminos laterales alternativos, por las laderas del volcán
Pichincha, en un camino difícil y anegado. Casi 3.000
hombres avanzaron en formación. Al frente iban los integrantes del
Magdalena, integrado por 200 colombianos. Le seguía el
ejército al mando de Sucre. En la retaguardia el batallón
Albión, de británicos.
La
Batalla
El
general de brigada Antonio José de Sucre había llegado el 17
de mayo de 1822 al valle de Chillo. Consciente de la maniobra
planteada por Sucre, el mariscal de campo Melchor Aymerich
ocupó la ciudad de Quito el 16 de mayo en la noche.
Sucre pasó La colina de Puengasi, después de burlar los
puestos avanzados de Aymerich. El 21, bajó el ejército
republicano al llano Turubamba y presentó batalla a los realistas,
quienes la rechazaron pues ocupaban posiciones impenetrables. Después
de algunas maniobras, Sucre llevó sus tropas al pueblo de
Chillogallo, a unos 1.600 metros de las posiciones contrarias.
Durante
la noche del 23 al 24 de mayo, Sucre marchó con su división
con la idea de ocupar el valle de Iñaquito, al norte de Quito,
el cual, además de ser el mejor terreno, se hallaba entre Pasto y
Quito.
Después
de atravesar un camino muy escabroso, la columna de Sucre
llegó a las 8 a.m. del día 24 a las alturas del Pichincha.
Detrás había quedado el parque, custodiado por el batallón
Albión. A las 9:30 a.m., la compañía de cazadores del batallón
Paya, tomó contacto con la división realista.
Se
inició el combate, y poco después llegó el batallón Trujillo
(coronel Andrés Santa Cruz), seguido de 2 compañías del
batallón Yaguachi. El resto de la infantería, bajo las
órdenes del general José Mires, seguía el movimiento de
estas unidades, hasta entrar en combate. Entre tanto, el coronel
Córdoba marchó con las 2 compañías del batallón
Magdalena, buscando situarse a retaguardia del enemigo; pero
lo fragoso del terreno se lo impidió y tuvo que regresar. Avanzaron
los realistas, pero el batallón Paya los cargó a la bayoneta
y les hizo perder la ventaja que habían obtenido.
Córdoba
recibió la orden de relevar al batallón Paya y cargó contra
el enemigo, hasta desorganizarlo y derrotarlo. Al mediodía, Sucre
había obtenido la victoria; la explotación de ésta fue llevada
a cabo por los batallones Paya, Yaguachi y Albión, la cual
fue llevada hasta la propia ciudad de Quito. Imposibilitados
los realistas para hacer frente a estas acciones, se refugiaron en el
fuerte del Panecillo, y hasta allí les hizo llegar Sucre
su oferta para una capitulación.
Esta
victoria puso fin al poder español en la presidencia de Quito,
que el día 29 se incorporó a la Gran Colombia, excepto la ciudad
de Guayaquil. Al conocer la noticia, Bolívar exclamó:
“¡Colombianos!
Ya toda vuestra hermosa patria es libre. Las victorias de Bomboná y
Pichincha han completado la obra de vuestro heroísmo. Desde las
orillas del Orinoco hasta Los Andes del Perú, el ejército
libertador, marchando en triunfo, ha cubierto con sus armas
protectoras toda la extensión de Colombia”.
El
ejército patriota que se llenó de gloria en las escarpadas faldas
de Pichincha fue una verdadera legión internacional, pues lo
formaron soldados oriundos de Guayaquil, Quito, Daule,
Samborondón, Manabí, -parte de la División Protectora de
Quito-, y guerreros procedentes de Argentina, Bolivia,
Colombia, Chile, Inglaterra, Perú, Venezuela y otras naciones de
América y Europa. Alrededor de 3 mil hombres formaban el
ejército republicano que dirigió el general de brigada Antonio
José de Sucre. En cambio, el que defendía la corona al mando de
Melchor Aymerich, aglutinó cerca de 2 mil soldados,
sin contar aquellos refuerzos apostados en El Panecillo y otros
sitios estratégicos de Quito.
Formaron
el ejército nacionalista y emancipador los batallones Paya,
Albión, Alto Magdalena, Yaguachi, Trujillo y Piura, los escuadrones
Dragones del Sur, Granaderos a caballos de Los Andes, de
Lanceros, Cazaderos Montados y una Compañía de Caballería. Los
realistas formaron los batallones Primeros de Aragón, Tiradores
de Cádiz, Ligeros Cazadores de Constitución y los escuadrones
Dragones de Granada, Dragones de Reina Isabel, Dragones Guardia del
Presidente y Húsares de Fernando VII.
En
total se contaron 200 muertos patriotas y 140 heridos.
Entre los españoles fallecieron 400 y hubo 1.190
heridos. Los revolucionarios capturaron gran cantidad de material
bélico.
Al
día siguiente, 25 de mayo, Sucre entró en Quito,
y las tropas españolas se rindieron. El 16
de junio la provincia de Quito fue anexada a Colombia. El
13 de julio de 1822 Guayaquil también formó
parte de Colombia. Esta situación se mantuvo hasta
1830 donde se constituyó la República de Ecuador como estado
independiente, formado por Quito, Guayaquil y Cuenca.
La
Batalla de Pichincha posibilitó la liberación de Lima,
con las batallas de Junín y Ayacucho en las que se
conquistarían nuestra primera independencia.
Tomado
de
http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/24-mayo-191-anos-batalla-pichincha/#.UaAST6I9-Hg
, el 24 de mayo de 2013.
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