La restauración del capitalismo ya no es una remota posibilidad, al contrario, se detecta su presencia pugnaz en todas las manifestaciones de la vida.
En la política, se manifiestan los síntomas de la vieja conducta, la zancadilla capitalista compite con la fraternidad socialista, asoma la caterva. Los comentarios sobran, somos millones los que presenciamos el desaguisado.
En lo social, se dan cifras de organización, se habla de cientos de miles de proyectos, de reuniones, de esto y de aquello, todo en la computadora, pero, en la realidad no se moviliza ni una paja. La organización social duerme en el lecho del egoísmo y el desinterés por lo grande. Todo demuestra que el esquema capitalista, el estímulo a la conciencia rentista campea, y la nueva conducta yace arrinconada.
En lo económico, la situación es más grave, en los últimos días presenciamos una arremetida feroz de los capitalistas internos. Ahora sin el menor recato, sin afeites, impulsan el capitalismo. Dentro del gobierno se apoya al capitalismo con el eufemismo de “sector productivo”, se toman medidas para estimular al verdugo del Socialismo.
Ya poco se nombra al Socialismo, no existe un núcleo socialista, no se estimula, se tiene como el pariente incómodo que debemos aceptar en la casa, pero sólo de visita, que se retire rápido. El Socialismo lo están transformando en una retórica, algo así como una letanía que se repite a veces, pero sin contenido.
Es necesario reaccionar, participar en la batalla contra lo viejo, contra el capitalismo, con ideas y con acciones, es importante retomar la fe en el Socialismo, impulsarlo, construirlo. Estudiarlo, nutrirnos con los aportes teóricos del Che. Construir la Zona Socialista, mostrarla al mundo, demostrar su eficacia en el rescate de la humanidad.
Es necesario romper el espíritu burocrático, atrevernos a criticar para avanzar, en ello nos va la vida… a todos.
Estamos en una situación que Gramsci describió como "El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos".
Los monstruos de Gramsci ya los conocemos, aparecieron en Europa con el fascismo y el nazismo, asoman su cabeza en el norte cada vez que un pueblo intenta hacer su propia ruta.
En Chile, tardó mucho lo nuevo en aparecer, se prolongó mucho el claroscuro y el monstruo surgió con la forma de pinochet.
La bestia capitalista toca a las puertas de la Revolución , es vital cortar sus tentáculos, derrotarla.
Y sólo podemos derrotarla impulsando las ideas socialistas, y construyendo Socialismo, del verdadero, del creador de Conciencia del Deber Social.
La Revolución Bolivariana debe avanzar, rápido, sin melindres ni coqueteos, mostrar a esta sociedad el Socialismo concreto, de verdad, resolviendo problemas, obteniendo triunfos, de no hacerlo así, de tomar el atajo capitalista, como hoy se amenaza, perderemos credibilidad.
La incoherencia no suma, y si perdemos credibilidad la derrota será inevitable, y nuestra derrota será la derrota de la humanidad.
¡El Socialismo se construye con Socialismo!
¡El capitalismo es verdugo del Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!
Tomado de http://www.ungranodemaiz.blogspot.com/ el 30 de octubre de 2009.
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