LAS LÍNEAS ESTRATÉGICAS PARA LA INDEPENDENCIA
La Revolución
para la independencia y la evolución hacia la transformación del poder de las
élites por el poder del pueblo se ha visto obstaculizada por los intestinos
ataques (de todo tipo), del imperio y de sus lacayos que hacen vida en la
República, pero el más grave obstáculo lo constituye la “cultura
capitalista-rentista” que fue inoculada a la población durante décadas de
dominación.
Este hecho no es
ajeno al líder de la Revolución Bolivariana,
y por ello su conducta incansable para la formación y transformación del
hombre.
En las líneas estratégicas del PSUV, se encuentran las consideraciones
planteadas y se señala el camino a seguir en el momento en que “el
Imperio y sus lacayos trabajan por restituir el orden neocolonial de
dominación”.
Venciendo al enemigo supremo |
Es un hecho
notorio que “la Revolución
Bolivariana y los gobiernos democráticos y populares reunidos en la Alianza Bolivariana
para Nuestra América (ALBA) han sido amenazados directamente por la ultraderecha
norteamericana, las fuerzas de
ultraderecha a nivel mundial y por los terroristas
del fascismo latinoamericano, en el encuentro denominado “Peligro en Los Andes”, realizado recientemente
en el Capitolio Federal de los Estados
Unidos”.
Ante el
reconocimiento de los latentes peligros, incluidos los propios errores de la Revolución
Bolivariana, el comandante Hugo
Chávez, trazó la orientación general de las 3R2: Revisión, Rectificación, Reimpulso,
Reunificación, Repolitización y Repolarización.
En la orientación
general se reconocen los logros de la Revolución Bolivariana, las ventajas estratégicas frente al adversario
y también, un conjunto de errores, deficiencias y obstáculos que dificultan el
logro del objetivo estratégico: LA CONSOLIDACIÓN DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA EN EL AVANCE
HACIA EL SOCIALISMO.
Los
revolucionarios de corazón, requieren contar con cualidades como voluntad, claridad política, formación,
unidad, lealtad a los principios y disciplina para vencer la inercia y la
dispersión, que implique la reafirmación del ímpetu revolucionario.
En función de esto,
es impostergable la recuperación, reagrupación, rearticulación de las
fuerzas dispersas, desmovilizadas y confundidas por el adversario o por los
propios errores del PSUV.
Por ello, la
necesidad de documentar las LÍNEAS ESTRATÉGICAS DE ACCIÓN POLÍTICA, que
contiene las líneas políticas de acción para acometer las tareas por venir:
1. De la “cultura política capitalista” a la militancia socialista.
Esta “cultura
capitalista” se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a
un partido equivale a “invertir” en él, a través de sus contribuciones
financieras o con su trabajo militante, y que esa “inversión” debe ser
“recompensada” o “remunerada” con puestos, cargos, prebendas o influencias en
el Estado, en el terreno de los negocios o en el mismo partido.
No es ajeno al
conocimiento del venezolano (consciente o no), que estas actitudes fueron las
aprendidas durante el oscurantismo
capitalista dirigido por el binomio AD y COPEI, y ahora, los
revolucionarios debemos estar muy conscientes de que son esas actitudes representa
el objetivo a demoler.
Dice el documento
(Líneas Estratégicas de Acción Política), que ”la fortaleza de la Revolución Bolivariana
se sustenta, en buena medida, en la voluntad del máximo liderazgo de la Revolución,
de enfrentar esta “cultura capitalista”, favoreciendo
el contacto directo con el pueblo, interpelándolo, pero sobre todo dejándose interpelar
por él, convirtiéndose en una suerte de intérprete de las demandas y las
aspiraciones populares, dándole voz a los que nunca la tuvieron y haciendo
visibles a los invisibles, a los marginados, a los olvidados y explotados”.
En los últimos 2
años se pusieron en evidencia algunas fallas en el funcionamiento del PSUV, con respecto a su vinculación con la base social, siendo
sus posibles causas: a) el
burocratismo[1],
b) el oportunismo[2],
c) el sectarismo[3],
d) el nepotismo[4],
y e) el gradual alejamiento de la base social bolivariana.
Esa cultura (capitalista),
ha sido reproducida a lo interno del Partido, y “se expresa en que algunos
sectores lo conciben como un medio para el “ascenso social” de los y las
militantes con responsabilidades de dirección a distintos niveles”.
Se encontró que “algunos
camaradas se consideran líderes absolutos e indiscutibles en sus espacios, y
asumen la discrecionalidad de excluir del Partido, y hasta de la Revolución, a
quienes se atrevan a diferir o a disentir de ellos y ellas”.
Así es que el Comandante
Hugo
Chávez, hace el llamado para la reflexión y sobre todo para revertir los efectos perversos de estas
conductas, debiendo toda la dirigencia y la militancia del Partido
comprometerse en la concreción de las 3R2, desde los distintos niveles de
dirección hasta la militancia de base y siempre serán las bases del Partido las protagonistas de este proceso.
2. Convertir la maquinaria en un Partido-Movimiento al servicio de
las luchas del pueblo.
La Revolución
Bolivariana, se desenvuelve bajo doctrinas de la paz y la
democrática, y para ello se requiere que el partido, por una parte, asegure la
movilización electoral, pero, principalmente:
a) la formación ideológica, b) la coherencia, y c) la
sincronización de las acciones populares (ofensivas y defensivas).
El Partido
debe asumir el rol trascendental de convertirse en instrumento de
transformación social, desde los sistemas de dirección y gestión general del
país hasta la cotidianidad ciudadana.
El
Partido-Movimiento y la satisfacción de las necesidades humanas:
1.- Posicionarse
dentro de las masas populares, estableciendo y desplegando una amplia política
de alianzas con las diversas formas de organización popular, incluyendo los
sectores patrióticos y democráticos de las clases medias, apoyándolas e
invitándolas a poner su talento y conocimiento al servicio de la construcción de
una sociedad del buen vivir para todos y todas.
2.- El escalón
fundamental de la Revolución Bolivariana se sitúa hoy en lo local (en
lo municipal, en lo parroquial y especialmente en cada comunidad). Es allí,
en las comunidades urbanas y rurales, donde chocan más directamente los
intereses “apropiadores” y representativos de la vieja “cultura capitalista”
partidista contra los esfuerzos socialistas, participativos y protagónicos
populares.
Es allí donde se
construye el Poder Popular, la toparquía planteada como tesis por el Maestro Simón Rodríguez.
Allí es donde se
gana o se pierde la base social de apoyo a la Revolución.
3.
Convertir el Partido en un poderoso medio de propaganda, agitación y
comunicación.
Para
una eficaz lucha cotidiana, es necesario el contacto directo y permanente con
el colectivo a los fines de resolver problemas concretos, lo que determinará la
manera como es percibido el Partido por el pueblo.
El Partido, con
la fuerza de la que dispone, debe estar puesta al servicio de una audaz
política propagandística, que al mismo tiempo, difunda de manera masiva los lineamientos tácticos y estratégicos y
sirva de proceso de formación político-ideológica, pero sin perder nunca el
anclaje en lo local.
La propaganda también debe girar en torno a los problemas concretos
de las comunidades.
Debe entenderse la
propaganda como un poderoso factor de movilización, utilizando su elaboración,
reproducción y distribución como un elemento para la activación y moralización permanente
de nuestras fuerzas.
4.- El PSUV como plataforma del desarrollo y
fortalecimiento del Poder Popular:
El Partido
debe establecer una amplia política de participación y
de interpelación popular, orientada al impulso del control popular de la
gestión gubernamental en todos sus niveles.
Esta política de
interpelación popular es una de las tareas principales de los y las militantes
del PSUV: reconocer, organizar y viabilizar las amplias demandas sociales acumuladas
en nuestra sociedad, para que se encuentren soluciones sostenibles, en el marco
de la lucha por la construcción del Socialismo Bolivariano.
Un partido
desvinculado de las luchas del pueblo y sus demandas, es un partido que ve
seriamente limitada su capacidad para servir de instrumento
motorizador de la
transformación socialista de la sociedad.
Se reconoce como
una cuestión de primerísimo orden, profundizar y consolidar los vínculos entre
el Partido y las masas.
Para consolidar
estos vínculos, es fundamental que los sectores populares se reconozcan en el
Partido, es decir, el Partido no puede ser identificado como una suerte de
apéndice del Estado, sino como un instrumento que acompaña al pueblo en sus luchas
y en la construcción del Poder Popular.
Colectivos en acción |
Círculos de
Luchas Populares y del Buen Vivir deben surgir, en un
primer momento, de la articulación del Partido con los movimientos sociales y
organizaciones populares.
Las Bases de
Patrullas y Círculos de Luchas Populares y del Buen Vivir pueden
surgir como instrumentos para organizar y movilizar a las comunidades en torno
a problemas específicos, en la búsqueda de su solución colectiva.
Aún donde no hay
organización social a la cual pueda integrarse, las Bases de Patrullas y Círculos
de Luchas Populares y del Buen Vivir, existen circunstancias comunes de
penuria, necesidad y anhelos que unen a las comunidades, y que muchas veces se
expresan de manera dramática y urgente. Las Bases de Patrulla y Círculos de Luchas Populares y del Buen Vivir
tendrán la responsabilidad de elaborar el mapa de los conflictos y problemas
sociales generados por el capitalismo o por la ineficiencia de las
instituciones del Estado, así como de los proyectos propuestos por la comunidad
y comenzar a desarrollar un plan de articulación con las luchas existentes y
las emergentes.
Una vez acumulado
un saldo mínimo organizativo, elaborarán un plan de acción que vincule a los funcionarios
responsables de la gestión gubernamental en las diversas áreas con el Poder
Popular.
5.- La
Constitución del Gran Polo Patriótico: una audaz política de Repolarización.
En este sentido,
y con base en la propuesta de construcción de un Gran Polo Patriótico que apueste
por los cambios democráticos y revolucionarios de la
sociedad
venezolana, rescatando el espíritu nacionalista y libertario que hace 200 años
animó la lucha de pueblo venezolano para darse una Patria Soberana, se propone:
La realización de
Consejos Patrióticos Bicentenarios en todos los municipios, reuniendo a
la base del Partido, a los militantes de los partidos aliados, a todas las
formas de organización popular revolucionaria, con el propósito de trabajar
sobre los asuntos generales y específicos de todas las áreas y dominios de la
vida social local.
Mujeres y hombres
de nuestro pueblo, obreros y obreras, campesinos y campesinas, pescadores y
pescadoras, indios e indias, afrodescendientes, estudiantes y juventud
patriótica, profesionales, cultores y cultoras, soldados de la Patria,
emprendedoras y emprendedores, deportistas, todas y todos, hijas e hijos de Simón Bolívar,
inspirémonos en él y tengamos conciencia de que lo que hemos logrado en esta
década no es sino el preludio de lo que conquistaremos en la década que
comienza.
Demostremos que
llevamos en la sangre y en el alma, el coraje de los Libertadores de Suramérica y démonos
una Patria Soberana y Socialista donde vivamos todos con justicia, con dignidad
y con bienestar.
Doscientos
años después, la lucha es la misma: COLONIA O INDEPENDENCIA.
[1]
Concepto bien tratado por Ernesto “Che”
Guuevara.
[2]
Conducta heredada de la 4ta República. Muchos recordarán las máximas de AD y
COPEI: “no me pagues, ponme donde haya”, o “es un pendejo quien no roba”, sólo
por mencionar dos.
[3] Conducta
que identifica a la oligarquía que se agrupa en sectas, excluyendo al resto de
la sociedad.
[4]
Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las gracias o
empleos públicos. Fue una practica muy usada por ciertos Papa para proteger y
prodigar favores, dignidades, cargos y procurar altas posiciones a los suyos, a
sus allegados, concretamente, a los sobrinos: ya que no era posible hablar,
tratándose de los Papas de sus descendientes directos. Esa corruptela se
extendió a las esferas de gobiernos civiles y militares.
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