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viernes, 6 de enero de 2012

Héroe: ANTONIO GUERRERO


 
Héroe de la República de Cuba
No hemos actuado por dinero ni por rencor
No quedó otra alternativa que contar con hombres que por amor a una causa justa, por amor a su Patria y a su pueblo, por amor a la paz y a la vida estuvieran dispuestos a cumplir, voluntariamente, ese honroso deber en contra del terrorismo. Alertar del peligro de agresión. (Alegato presentado por el compañero Antonio Guerrero en la vista de sentencia celebrada el jueves 27 de diciembre del 2001) 


Nació el 16 de octubre de 1958 en Miami, en el seno de una familia humilde. Sus padres son Antonio Guerrero Cancio (fallecido) y Mirta Rodríguez Pérez.
En 1959, a pocos días del triunfo de la Revolución, los padres deciden regresar a Cuba e incorporarse a las tareas del proceso revolucionario.
Su historia estudiantil comienza en 1962, con un desarrollo en ascenso en todos los niveles educacionales y participación en actividades extraescolares, con interés especial en deportes como el béisbol y el fútbol.
En 1974 ingresa en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ocupando el cargo de secretario organizador del Comité de Base.
Al concluir el instituto preuniversitario se gana una beca para estudiar en la antigua URSS Ingeniería en Construcción de Aeródromos. En 1983 se gradúa con un índice académico de 4.7 y 5 puntos en la tesis de grado.
A su regreso a Cuba es asignado a Cubana de Aviación y comienza a trabajar como especialista C en arquitectura de aeródromos ocupando rápidamente el cargo de jefe de sección de aeródromos. En el aeropuerto fue secretario general del comité de base y secretario ideológico del Comité UJC.
En 1989 se les otorga la militancia en el Partido Comunista de Cuba (PCC).
En este período contrae matrimonio con Delgis Cabrera Puentes y de esta unión nace su hijo mayor Antonio Guerrero Cabrera (Tonito), quien reside junto a su madre en Santiago de Cuba.
Se mantuvo trabajando en las tareas del aeropuerto “Antonio Maceo”, donde recibió evaluación de excepcionalmente positivo en la principal obra que le fue asignada, la ampliación de la pista de dicho aeropuerto, tomada como ejemplo de modelo constructivo y en cuya inauguración participó el Comandante en Jefe, a quien le explicó personalmente los pormenores de la obra.
En 1991, se casa con la ciudadana de origen panameño Nitzia Pérez Barreto y ambos se van a vivir a Panamá. De esta unión nace su segundo hijo Gabriel Eduardo Guerrero.
Posteriormente se traslada a EE.UU., donde desempeña varios trabajos eventuales hasta que a través de una amistad le ofrecen un empleo temporal mejor remunerado en el departamento de obras públicas de la Estación Aéreo Naval de Cayo Hueso.
En los EE.UU. tuvo una vida austera y sencilla, obteniendo limitados ingresos económicos a través de su trabajo como ayudante en un taller de mantenimiento en Cayo Hueso.
Allí conoció a la norteamericana Margaret Becker (Maggie), con quien convivió varios años y contrajo matrimonio en 1998.
Durante su permanencia en los Estados Unidos actuó en silencio, tratando de evitar las acciones terroristas que han organizado, financiado y ejecutado contra Cuba los elementos de la extrema derecha anticubana en Miami.
El 12 de septiembre de ese propio año Antonio Guerrero fue detenido junto a otros cuatro compatriotas por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos.
Durante 17 meses y 48 días se le mantuvo en confinamiento en solitario, aislado de sus otros compañeros y de los demás presos.
En un juicio con evidente carácter político, Antonio Guerrero fue sancionado a cadena perpetua y a 10 años de prisión, por los supuestos delitos de conspiración para cometer espionaje y ser agente extranjero no declarado.
Cumple sus condenas en la cárcel de máxima severidad de Florence, estado de Colorado.
En su caso se violan la quinta y sexta enmiendas de la Constitución norteamericana, referentes al debido proceso y a un juicio rápido e imparcial. No se cumplen, además, el Reglamento del Buró de Prisiones de los Estados Unidos y las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento a los Reclusos, al negársele a Antonio en reiteradas oportunidades el derecho a la asistencia médica.
Durante su confinamiento Antonio Guerrero ha escrito numerosos poemas, en los que se refleja su confianza en el futuro y su amor a la humanidad. Una buena muestra de su obra se encuentra en el libro "Desde mi altura" y en el disco compacto "Regresaré", con versos de Guerrero musicalizados por varios artistas cubanos.

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