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sábado, 7 de abril de 2012

HUGO CHÁVEZ: UN VERDADERO LÍDER ESPIRITUAL


De monaguillo a líder continental
Chávez eres un valiente

Este viernes la prensa mundial reseña las emotivas palabras que el Presidente Hugo Chávez pronunció el Jueves de semana santa, cuando asistió a una misa en el estado Barinas junto a sus padres, hermanos y otros familiares. La frase más destacada, titulares incluso, refieren: “que Chávez le pide a Dios que le más vida…”, pero no completan la frase…cuando dijo “porque aún me queda mucho por hacer…”. Y es que a la mediática internacional no le interesa sino el sensacionalismo de la noticia, así como muchos otros acarician sus peores sentimientos en contra del mandatario venezolano.
El Presidente - durante una intervención en el programa Dando y Dando de VTV - hizo algunas reflexiones cuando la periodista Tania Díaz le pregunta: sobre su acercamiento a Jesús…
Chávez reseña algunos momentos de su vida espiritual, en donde su relación con Dios es tan intima como el recuerdo de cuando era monaguillo en su pueblo y su madre quería que fuera sacerdote.
También refiere “a su General Pérez Arcai”, quien por instinto le cedió un crucifijo a su salida del Palacio de Miraflores, luego del Golpe de Estado aquella madrugada del 11 de abril de 2002, cuando  se entregaba como prisionero y se iba al Fuerte Tiuna.
Así, también por instinto y fe católica, Chávez apeló al poder de la Santa Cruz cuando mostró ese mismo crucifijo, horas después, aquella madrugada del 13 de abril de 2002. Era regresado al Palacio, luego de 48 horas de cautiverio. Con la cruz en mano, pedía perdón y llamaba a todos a la calma, a la cordura de los medios y opositores radicales. En ese episodio de la historia el Presidente  había estado cercano a la muerte, cuando estuvo a punto de ser asesinado. En ese trance, lo profano y lo divino estuvieron presentes. La fe en salir victorioso tiene que haber sido su mejor aliada.
Con o sin intención, Chávez sí es un líder espiritual por excelencia. Y es que la religión no se supedita a darse golpes de pecho y ser asiduo a la iglesia o besar la mano a un sacerdote u otras practicas. Chávez expresa su religiosidad en la acción de su trabajo. Es benevolente con el prójimo, sobre todo con el más necesitado. “A cada quien según sus necesidades”, dice reiteradamente. Y que más cumplimiento del deber cristiano que trabajar para ayudar al que más lo necesita, reducir la pobreza en cualquiera de sus categorías, que más prueba de fe cristiana que  soportar los agravios de una guerra verbal permanente en su contra, con vilipendio constante, ofensas, trampas y traiciones, durante 13 años. Que más ejemplo cristiano que vivir confinado y entregar su vida a un proyecto político, para lograr desarrollo, igualdad, justicia social, cambiando la vida de millones para mejor. Yo diría que eso es casi santidad. De manera que su fe se traduce en su acción, en su nobleza, caridad, bondad, pero sobre todo en la honestidad y fe en su ideal bolivariano y socialista puesto en la acción, en su benevolencia.
Sus Misiones, inspiradas y consolidadas, por su empeño de lucha contra la pobreza, que han dado fortuna a tantos venezolanos olvidados, es una de las mejores muestras de amor cristiano. La acción  principal en la tarea de Jesús era hacer un mundo mejor, con mejores seres humanos, más justicia y equidad social, expresado fielmente en la frase “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Hemos conocido un Chávez que destaca por su audacia y coraje.  Y hay que tener valentía para hablar de su enfermedad, en pleno proceso de recuperación, cuando aun siente  el quebranto del tratamiento, de una enfermedad tan devastadora como el cáncer. No es fácil. Pero que bueno es comprender que el presidente Chávez es un ser humano, no una máquina. Y  en esta ocasión, en la misa de Barinas, quiso manifestar sus más íntimos sentimientos, acerca de su fe.  
Sin tapujos, sin máscaras, sin titubeos, sin esconder nada que no salga de su corazón, Chávez movió sentimientos. Su plegaria,  en el deseo de querer “seguir viviendo”, trabajando, “porque le queda mucho por hacer” por su pueblo, es una verdad que sale de su corazón. Es una alabanza a la hermandad, que  pocos podríamos evocar en momentos tan comprometedores.
Chávez… un Quijote valiente
El presidente Chávez es un Quijote muy valiente. Ha logrado más de lo que posiblemente imaginó con este proceso revolucionario a la venezolana. Lo demostró cuando recibió la banda presidencial por primera vez y juró “ante una moribunda” Constitución en 1999. Cuando soportó, de la prensa globalizada, las peores injurias e insultos durante su primer año de Gobierno. Cuando logró la Asamblea Constituyente y el nacimiento de la nueva Constitución del 99. Cuando comando con fortaleza la vaguada del estado Vargas, salvando oportunamente tantas vidas. Cuando rescató la Opep de su desaparición e hizo en el país una Cumbre para la historia, sacando del cementerio el precio del barril de petróleo, que por aquellos días estaba en 7 dólares, para establecer una banda de precios justos, razonable, una estrategia que ha dado en todos estos años un justo lugar y valor al crudo venezolano y mundial. Cuando asumió su crucifixión con el dictamen de la primera Ley Habilitante que se le había otorgado.
Cuando afrontó el Golpe de Estado el 11 de abril de 2002 y 48 horas después llegó vivo a Palacio. Cuando combatió la “meritocracia en Pdvsa” y comandó las acciones del paro petrolero de 2002, que dejaron el país en una difícil situación financiera, pero que dieron nacimiento a la nueva Pdvsa. Cuando desmantela comandos paramilitares colombianos que intentaban su asesinato. Cuando soportó el dolor de traiciones de propios y extraños y tuvo que afrontar dolorosas muertes como la del Fiscal Danilo Anderson, que dejaban ver la incursión de elementos terroristas en el país. Cuando entendió que el ex presidente Álvaro Uribe no era un aliado de paz y soportó la temeridad de su homologo, a pesar de su buena voluntad en colaborar  con el proceso de paz en Colombia, participación que hizo a solicitud de ex senadora Piedad Córdova. Cuando aceptó, con pundonor el desprecio del Rey de España, quien lo instó con la celebre frase “por qué no te callas”. Cuando en la OEA, refiriéndose a la presencia del maquiavélico George Bush, dijo en el púlpito  “aquí huele a azufre”. Cuando rompió relaciones diplomáticas con Israel, por la cruenta guerra desigual que esa nación despliega a su antojo contra los hermanos pueblos árabes. Cuando ha propiciado una relación libre y soberana con países árabes y africanos, sin importar el que dirán las potencias. Cuando ha roto las cadenas de Latinoamérica, abogando por la soberanía de la Patria Grande con políticas propias de la región, impulsando el Alba contra el Alca. Cuando ha mantenido una relación fuerte y de empeño por el bienestar de los pueblos con el gobierno de Cuba, con el comandante Fidel Castro, desde mucho antes de ser candidato presidencial, lealtad que ha mantenido en el tiempo, sin temor a la mediática contra el líder cubano.
Sin duda confiamos en el poder sanador de Jesús. Y sin dudas, el tiempo de Dios es perfecto. Chávez comenzó por despertar a todo un pueblo, un continente incluso, y enrumbar su camino, iluminó conciencias y es mucho lo que ha logrado por su valentía y coraje. 
 “Esa prueba adicional”-como el mismo califica este trance que ahora vive- “esa emboscada”, debe animarle a seguir la lucha por su salud plena, a no descuidar el tratamiento oportuno y no bajar el animo de la fe en Dios. Y aunque su misión hasta ahora cumplida no tiene precio, será como él dice la “unidad revolucionaria” una posibilidad de cristalizar las metas más inmediatas como es salir victoriosos el 7 de octubre en las elecciones presidenciales, con diez o más millones de votos.
¡Definitivamente, Chávez es un valiente!... quien ha escrito una historia infinita de acontecimientos, plegado a nuestras vivencias. Por todo ello y más, su sufrimiento y alegría  nos pertenece y  nos plegamos a su plegaria de convicción y fe en su sanación, deseo que ahora mismo cala en nuestros corazones para admirarle aun más y hacerle saber, que hasta ahora su misión de vida, sometida al escrutinio público, es de grandeza…por su infinito amor al semejante…
…Pocos, sí pocos líderes… Fidel, el Ché, Allende, Gandhi, Martín Luther King, Nelson Mandela, por decir algunos, son ejemplos de esa valentía, de ir contra corriente por un ideal…y esos no mueren jamás…viven para siempre.
Y Como de fe se trata, y en eso no hay intermediarios, le diría al Presidente: “la fe mueve montañas”… no hay tiempo para la tristeza… es tiempo de apegarnos a la fe, que es la vida misma… Palante Comandante!!!
Autor: Yudith León 

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