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viernes, 24 de mayo de 2013

LA BATALLA DE PICHINCHA


El 24 de mayo de de 1822, tuvo lugar una de las batallas más importantes y tracendentales de nuestra gesta independestista, conocida como la Batalla de Pichincha
Antecedentes
Esta batalla tuvo sus preliminares cuando el 14 de abril de 1822, las tropas comandadas por el general Antonio José de Sucre, en composición de la división peruano-chileno-argentina del coronel Santa Cruz, más tres batallones de infantería y un escuadrón de Dragones; en total, unos 3.100 efectivos, derrotaron en el valle próximo a Quito al general realista Nicolás Pérez con alrededor de 3.000 hombres, quienes se vieron forzados a replegarse hacia el interior de la ciudad.
Contexto histórico
La América Hispánica había comenzado a transitar los pasos definitivos hacia su independencia. El virreinato de Nueva Granada había logrado su liberación luego de la Batalla de Boyacá, donde Simón Bolívar venció a los realistas, y José de San Martín había hecho lo propio, al liberar Chile, y disponerse a independizar Perú.
En Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, se produjo la liberación de esa localidad, que reunió un ejército de casi 2.000 hombres, y en un mes lo puso a disposición de la causa independentista. Triunfaron el 3 de noviembre de 1820, logrando emancipar Cuenca, pero al ser derrotados en Huachi debieron replegarse.
En el mes de mayo de 1821, el general Antonio José de Sucre, fue enviado por Bolívar, a cargo de la presidencia de la República de Colombia, para ponerse al frente de las fuerzas que comandarían la liberación de la Real Audiencia de Quito. El objetivo de Bolívar era anexar esos territorios para formar su soñada Gran Colombia, con una América unida. Las tropas de Sucre comenzaron el avance, por Guaranda, en el mes de julio, con resultados no demasiado favorables, debiendo firmar un acuerdo con los realistas, el 19 de noviembre de 1821.
El próximo avance se produjo con 1.700 hombres, en enero de 1822, cruzando Los Andes hacia Cuenca, ciudad que se pretendía tomar para interceptar la comunicación entre Quito y Lima, impidiendo la llegada de los refuerzos que los realistas esperaban desde Pasto.
Antes, en Saraguro, se habían agregado los refuerzos que envió San Martín desde el Perú, compuestos por 1.200 soldados, chilenos, argentinos y peruanos. Personas de Guayaquil y de la Sierras, conformaron el batallón Yaguachi, pero también participaron en la campaña, algunos disidentes españoles, tropas de venezolanos y colombianos aportados por Bolívar, irlandeses, franceses, y sobre todo ingleses que formaron el batallón Albión. Se destacó la participación de grandes valores militares como el coronel Morales, el General Mires, el coronel Santa Cruz y el coronel José María Córdoba. Cuenca fue tomada el 21 de febrero de 1822, incorporándose a la República de Colombia.
El 21 de abril, lograron entrar en Riobamba. El 2 de mayo arribaron a Latacunga.
Los realistas se habían apostado en los caminos de montañas que permitían ingresar a Quito, en las lomas del Puengasí, pero Sucre evitó los enfrentamientos y comenzó a avanzar por caminos laterales alternativos, por las laderas del volcán Pichincha, en un camino difícil y anegado. Casi 3.000 hombres avanzaron en formación. Al frente iban los integrantes del Magdalena, integrado por 200 colombianos. Le seguía el ejército al mando de Sucre. En la retaguardia el batallón Albión, de británicos.
La Batalla
El general de brigada Antonio José de Sucre había llegado el 17 de mayo de 1822 al valle de Chillo. Consciente de la maniobra planteada por Sucre, el mariscal de campo Melchor Aymerich ocupó la ciudad de Quito el 16 de mayo en la noche. Sucre pasó La colina de Puengasi, después de burlar los puestos avanzados de Aymerich. El 21, bajó el ejército republicano al llano Turubamba y presentó batalla a los realistas, quienes la rechazaron pues ocupaban posiciones impenetrables. Después de algunas maniobras, Sucre llevó sus tropas al pueblo de Chillogallo, a unos 1.600 metros de las posiciones contrarias.
Durante la noche del 23 al 24 de mayo, Sucre marchó con su división con la idea de ocupar el valle de Iñaquito, al norte de Quito, el cual, además de ser el mejor terreno, se hallaba entre Pasto y Quito.
Después de atravesar un camino muy escabroso, la columna de Sucre llegó a las 8 a.m. del día 24 a las alturas del Pichincha. Detrás había quedado el parque, custodiado por el batallón Albión. A las 9:30 a.m., la compañía de cazadores del batallón Paya, tomó contacto con la división realista.
Se inició el combate, y poco después llegó el batallón Trujillo (coronel Andrés Santa Cruz), seguido de 2 compañías del batallón Yaguachi. El resto de la infantería, bajo las órdenes del general José Mires, seguía el movimiento de estas unidades, hasta entrar en combate. Entre tanto, el coronel Córdoba marchó con las 2 compañías del batallón Magdalena, buscando situarse a retaguardia del enemigo; pero lo fragoso del terreno se lo impidió y tuvo que regresar. Avanzaron los realistas, pero el batallón Paya los cargó a la bayoneta y les hizo perder la ventaja que habían obtenido.
Córdoba recibió la orden de relevar al batallón Paya y cargó contra el enemigo, hasta desorganizarlo y derrotarlo. Al mediodía, Sucre había obtenido la victoria; la explotación de ésta fue llevada a cabo por los batallones Paya, Yaguachi y Albión, la cual fue llevada hasta la propia ciudad de Quito. Imposibilitados los realistas para hacer frente a estas acciones, se refugiaron en el fuerte del Panecillo, y hasta allí les hizo llegar Sucre su oferta para una capitulación.
Esta victoria puso fin al poder español en la presidencia de Quito, que el día 29 se incorporó a la Gran Colombia, excepto la ciudad de Guayaquil. Al conocer la noticia, Bolívar exclamó:
¡Colombianos! Ya toda vuestra hermosa patria es libre. Las victorias de Bomboná y Pichincha han completado la obra de vuestro heroísmo. Desde las orillas del Orinoco hasta Los Andes del Perú, el ejército libertador, marchando en triunfo, ha cubierto con sus armas protectoras toda la extensión de Colombia”.
El ejército patriota que se llenó de gloria en las escarpadas faldas de Pichincha fue una verdadera legión internacional, pues lo formaron soldados oriundos de Guayaquil, Quito, Daule, Samborondón, Manabí, -parte de la División Protectora de Quito-, y guerreros procedentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Inglaterra, Perú, Venezuela y otras naciones de América y Europa. Alrededor de 3 mil hombres formaban el ejército republicano que dirigió el general de brigada Antonio José de Sucre. En cambio, el que defendía la corona al mando de Melchor Aymerich, aglutinó cerca de 2 mil soldados, sin contar aquellos refuerzos apostados en El Panecillo y otros sitios estratégicos de Quito.
Formaron el ejército nacionalista y emancipador los batallones Paya, Albión, Alto Magdalena, Yaguachi, Trujillo y Piura, los escuadrones Dragones del Sur, Granaderos a caballos de Los Andes, de Lanceros, Cazaderos Montados y una Compañía de Caballería. Los realistas formaron los batallones Primeros de Aragón, Tiradores de Cádiz, Ligeros Cazadores de Constitución y los escuadrones Dragones de Granada, Dragones de Reina Isabel, Dragones Guardia del Presidente y Húsares de Fernando VII.
En total se contaron 200 muertos patriotas y 140 heridos. Entre los españoles fallecieron 400 y hubo 1.190 heridos. Los revolucionarios capturaron gran cantidad de material bélico.
Al día siguiente, 25 de mayo, Sucre entró en Quito, y las tropas españolas se rindieron. El 16 de junio la provincia de Quito fue anexada a Colombia. El 13 de julio de 1822 Guayaquil también formó parte de Colombia. Esta situación se mantuvo hasta 1830 donde se constituyó la República de Ecuador como estado independiente, formado por Quito, Guayaquil y Cuenca.
La Batalla de Pichincha posibilitó la liberación de Lima, con las batallas de Junín y Ayacucho en las que se conquistarían nuestra primera independencia.

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